Declaración de la Renta e IA
Santiago Carretero
IA y Declaración de la Renta: ¿Revolución o Riesgo Fiscal?
La campaña de la Declaración de la Renta 2025 está marcada por un fenómeno tecnológico que promete transformar la forma en que los contribuyentes presentan sus impuestos: la inteligencia artificial (IA). Herramientas como ChatGPT, Gemini o Copilot están siendo utilizadas por ciudadanos para obtener asesoramiento fiscal rápido y automatizado. Sin embargo, los expertos alertan sobre los riesgos de confiar en estas tecnologías sin un adecuado control jurídico y tributario.
Uso de IA en la Declaración: Beneficios y Riesgos
El uso de IA en la Declaración de la Renta ofrece ventajas evidentes: agilidad en la consulta de normativa, sugerencias sobre deducciones aplicables y generación automática de borradores fiscales. No obstante, el principal problema radica en la fiabilidad de la información proporcionada por estas herramientas. La IA generativa puede incurrir en errores interpretativos o en la aplicación incorrecta de criterios fiscales, lo que podría derivar en errores que conlleven sanciones por parte de la Agencia Tributaria.
Recomendaciones de la Agencia Tributaria
Ante la proliferación de estos sistemas, la Agencia Tributaria ha recomendado el uso exclusivo de su propia IA corporativa, diseñada específicamente para responder consultas tributarias dentro del marco legal español. Este asistente virtual garantiza la actualización constante de la normativa y evita interpretaciones erróneas que puedan perjudicar al contribuyente.
Posibles implicaciones legales
Desde el punto de vista jurídico, el uso de IA externa para la confección de la Declaración podría generar situaciones conflictivas en materia de responsabilidad fiscal. Si un contribuyente presenta una declaración con errores debido a información errónea proporcionada por una IA, ¿qué responsabilidad tiene la plataforma que generó esa información? La normativa actual no contempla este supuesto de forma explícita, lo que abre un debate sobre la posible necesidad de regulación específica para estos casos.
Conclusión: IA como apoyo, no como sustituto
La IA puede ser una herramienta valiosa en la asistencia tributaria, pero no debe sustituir el asesoramiento profesional. La seguridad jurídica del contribuyente sigue dependiendo de fuentes oficiales y de expertos en la materia. Ante cualquier duda fiscal, lo más recomendable sigue siendo recurrir a la Agencia Tributaria o a un asesor especializado en derecho tributario. En este contexto de digitalización acelerada, la prudencia sigue siendo el mejor aliado del contribuyente.
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