La imposibilidad de reconocer derechos de autor a las creaciones de IA: fallo del Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia

Santiago Carretero Sánchez 
Profesor Titular de Filosofía del Derecho


El 18 de marzo de 2025, el Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia confirmó la decisión de la Oficina de Derechos de Autor de EE.UU. y de instancias inferiores, estableciendo que las obras generadas exclusivamente por inteligencia artificial no pueden ser objeto de protección bajo la legislación estadounidense de derechos de autor, me parece una sentencia muy interesante que sienta un precedente claro.

Fundamentos de la decisión

El fallo se basa en la interpretación de la Ley de Derechos de Autor de 1976, que exige la existencia de un autor humano para que una obra sea susceptible de protección. En consecuencia, el tribunal concluyó que una obra creada sin intervención humana no cumple con los requisitos legales para ser considerada una "obra de autoría" en el sentido jurídico del término.

El caso fue promovido por el Dr. Stephen Thaler, quien había solicitado la protección de derechos de autor para una imagen generada de forma autónoma por su sistema de inteligencia artificial, conocido como Creativity Machine. Thaler argumentó que la IA debía ser reconocida como autora o, subsidiariamente, que él, como creador de la IA, debía ser considerado el titular de los derechos sobre la obra. Sin embargo, el tribunal rechazó estos planteamientos, sosteniendo que el marco normativo actual no contempla la posibilidad de otorgar derechos de autor a entidades no humanas.

Implicaciones jurídicas y debate doctrinal

Este fallo refuerza la tendencia jurisprudencial que excluye la protección de derechos de autor para las creaciones generadas sin intervención humana. No obstante, deja abierta la discusión sobre la necesidad de reformar la legislación para abordar la creciente producción de contenidos generados por IA y su eventual protección bajo esquemas jurídicos distintos, como los derechos conexos o el reconocimiento de la obra como dominio público desde su origen.

Además, la decisión tiene implicaciones para el desarrollo de marcos regulatorios en otras jurisdicciones, como la Unión Europea, donde se debate la atribución de derechos sobre creaciones impulsadas por inteligencia artificial en el contexto del Reglamento de Inteligencia Artificial.

En definitiva, la resolución del Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia constituye un hito en la delimitación de los derechos de autor en la era de la IA, reafirmando la centralidad de la autoría humana como requisito indispensable para la protección de obras intelectuales bajo el derecho estadounidense.

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