Gemini 2.5 y el Derecho a la Interacción: Nuevos
Horizontes Jurídicos en la Era de la IA Conversacional
Santiago Carretero Sánchez, Profesor
Titular de Filosofía del Derecho, Abogado
Introducción
El evento Google I/O 2025 ha marcado un
hito en la evolución de la inteligencia artificial con la presentación de
Gemini 2.5, una versión avanzada del modelo de lenguaje de Google que incorpora
la función "Deep Think", diseñada para mantener conversaciones más
naturales y resolver problemas complejos. Esta innovación, junto con
herramientas como AI Mode, Veo 3, Imagen 4, Beam y Flow, redefine la forma en
que los usuarios interactúan con la tecnología, planteando interrogantes
jurídicos de gran calado.
1. La IA como interlocutor: ¿nueva categoría jurídica?
La capacidad de Gemini 2.5 para mantener
conversaciones complejas y contextuales introduce la posibilidad de que los
usuarios interpreten a la IA como un "interlocutor" con agencia. Esto
obliga a repensar conceptos como:
- Responsabilidad por consejo automatizado: ¿Puede una IA ser jurídicamente
responsable por una recomendación errónea?
- Consentimiento informado: ¿Es válido el consentimiento otorgado a través de
una conversación con una IA?
- Derecho a la explicación (art. 22 RGPD): ¿Cómo se garantiza cuando la
decisión se basa en razonamientos generados por "Deep Think"?
2. AI Mode y la transformación del acceso a la información
El AI Mode sustituye los enlaces
tradicionales por respuestas generadas por IA, lo que plantea desafíos en:
- Neutralidad informativa: ¿Puede Google ser considerado un "editor"
al priorizar ciertas respuestas?
- Derechos de autor: ¿Qué ocurre con los contenidos utilizados para entrenar y
generar las respuestas?
- Transparencia algorítmica: ¿Cómo se audita el sesgo o la manipulación en las
respuestas generadas?
3. Herramientas creativas y propiedad intelectual
Las nuevas herramientas como Veo 3 (video
desde texto) e Imagen 4 (imágenes hiperrealistas) abren un debate sobre:
- Autoría de obras generadas por IA: ¿Quién es el titular de los derechos? ¿El
usuario, el desarrollador o la IA?
- Derechos conexos: ¿Qué ocurre si la IA genera contenido similar a obras
protegidas?
- Licencias y uso comercial: ¿Qué límites deben establecerse para el uso de
estas creaciones?
4. Beam y Flow: privacidad en entornos inmersivos
Las plataformas Beam (videollamadas 3D) y
Flow (creación de películas con IA) introducen riesgos en:
- Protección de datos biométricos: ¿Cómo se regula la captura y procesamiento
de expresiones faciales y voz?
- Consentimiento en entornos virtuales: ¿Es suficiente un clic para autorizar
el uso de la imagen en 3D?
- Derecho al olvido: ¿Cómo se aplica en contenidos generados y difundidos
automáticamente?
Conclusión
La irrupción de Gemini 2.5 y su ecosistema
de herramientas no solo representa un avance tecnológico, sino también un
desafío normativo. El Derecho debe adaptarse a una realidad en la que la
interacción con la IA ya no es una herramienta, sino una experiencia inmersiva
y autónoma. Urge una reflexión jurídica profunda que combine principios
clásicos con nuevas categorías normativas que garanticen los derechos
fundamentales en la era de la inteligencia artificial conversacional.
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