Santiago Carretero Sánchez
Profesor Titular de Filosofía del Derecho
En el artículo de opinión titulado "Haz lo que quieres", publicado en El País el 10 de marzo de 2025, la autora Jimina Sabadú reflexiona sobre el impacto de las herramientas de inteligencia artificial (IA), como ChatGPT, en la escritura académica y me parecen unas reflexiones muy interesantes.
La autora observa que, en trabajos estudiantiles, se identifican patrones característicos de textos generados por IA: estructuras similares, sintaxis reconocible y una notable falta de creatividad. Esta dependencia tecnológica para tareas creativas suscita preocupación, ya que podría limitar la capacidad humana para pensar y crear de manera independiente, la trato en mi próxima obra ya entregada en colex sobre el humanismo tecnológico, justicia predictiva y derechos humanos.
La autora advierte que el avance constante de la tecnología podría hacernos más manejables y menos inteligentes. Destaca la importancia de la reflexión y el cuestionamiento personal, recordando la frase "Haz lo que quieras" del libro La historia interminable, sugiriendo que seguir nuestras propias decisiones es esencial para mantener nuestra humanidad, no sólo la supervisión sino la creación humana o si nos dejamos llevar, el cerebro empequeñecerá.
Esta perspectiva se alinea con la de la lingüista Naomi Baron, quien ha señalado que la IA está homogenizando y simplificando la escritura, afectando la capacidad de concentración y la profundidad del aprendizaje. Baron destaca que herramientas como ChatGPT permiten a los estudiantes evadir el esfuerzo de crear trabajos originales, lo que deteriora sus habilidades y sobre todo, de la lectura, único camino para aprender.
En el ámbito académico, el uso de ChatGPT ha suscitado diversas reacciones. Algunos profesores manifiestan preocupación por la reducción del esfuerzo y la creatividad entre el alumnado, mientras que otros ven beneficios en su uso eficiente y proponen integrarlo como complemento educativo, en nuestro caso, defendemos la herramienta complementaria que siempre será y que no se puede negar, no debemos ir más allá.
La creciente dependencia de la IA en la escritura académica plantea desafíos significativos. Es crucial fomentar un uso consciente y reflexivo de estas herramientas para no comprometer habilidades esenciales de aprendizaje y preservar la creatividad y originalidad en la producción intelectual.
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