El miedo a la inteligencia artificial: ¿una reacción irracional o una llamada a la regulación jurídica? (reflexiones sobre las de Ana Grau)
El miedo a la inteligencia artificial: ¿una reacción irracional o una llamada a la regulación jurídica?
Fecha: 14 de abril de 2025
En su reciente artículo publicado en La Razón, la periodista Ana Grau reflexiona sobre las causas que explican el miedo social hacia la inteligencia artificial (IA). Titulado "Inteligencia artificial: por qué no hay que tener miedo (¿o sí?)", el texto invita a ponderar si dicho temor obedece a una actitud tecnófoba o si, por el contrario, responde a una legítima demanda de prudencia jurídica ante una transformación disruptiva.
En el ámbito jurídico, esta preocupación nos interpela directamente. La expansión de los sistemas basados en IA —especialmente aquellos dotados de capacidades generativas y predictivas— obliga al Derecho a redefinir su estructura normativa para garantizar la protección de los derechos fundamentales frente a los nuevos riesgos tecnológicos.
Una respuesta jurídica ante el desafío algorítmico
El temor hacia la IA debe traducirse en una acción jurídica orientada a cinco ejes fundamentales:
- Marco normativo específico: La necesidad de una legislación ad hoc que regule los desarrollos y usos de la IA se ha vuelto inaplazable. La tipificación de responsabilidades, los principios de diseño ético y el control público son elementos que deben integrarse al corpus jurídico vigente.
- Protección de derechos fundamentales: Es imperativo que la aplicación de sistemas de IA no vulnere principios constitucionales como la igualdad, la privacidad o la tutela judicial efectiva.
- Responsabilidad jurídica: La determinación de quién responde por las decisiones o daños causados por sistemas autónomos —el programador, el proveedor, el usuario o incluso el Estado— es una cuestión aún abierta y clave para la seguridad jurídica.
- Transparencia y explicabilidad: Cualquier algoritmo que afecte derechos debe ofrecer garantías de comprensibilidad y trazabilidad, evitando la opacidad técnica que impida su control o impugnación.
- Adaptación evolutiva del Derecho: La técnica se transforma a un ritmo que el Derecho debe seguir sin perder su vocación garantista. Esto implica reformas dinámicas, una jurisprudencia sensible al contexto digital y órganos reguladores especializados.
El miedo, bien encauzado, no paraliza: previene. En este contexto, más que rechazar la IA, debemos exigir que su desarrollo esté subordinado a los valores del Estado de Derecho, por ello sí que entiendo que Anna Grau defiende de nuevo el Humanismo tecnológico, como herramienta para el crecimiento y desarrollo, sólo en ese contexto, de salud, bienestar, paz y prosperidad... de la humanidad.
Comentarios
Publicar un comentario