Agentes Autónomos y Descontrol Algorítmico: el ‘Agent Sprawl
Agentes Autónomos y Descontrol Algorítmico: el ‘Agent Sprawl
Por Santiago Carretero Sánchez, Profesor Titular URJC, Abogado
La inteligencia artificial generativa continúa expandiendo sus fronteras con rapidez. Lo que hasta hace poco era un dominio reservado a asistentes conversacionales y generación de texto o imágenes, ahora da paso a una nueva y más disruptiva realidad: la aparición de agentes autónomos generativos, capaces de tomar decisiones, interactuar con múltiples sistemas y ejecutar tareas complejas de manera continua sin supervisión humana directa. Esta proliferación incontrolada, conocida como agent sprawl, ha comenzado a plantear serios desafíos regulatorios, éticos y jurídicos.
¿Qué es el “Agent Sprawl”?
Según CIO.com (16 de mayo de 2025), el fenómeno del agent sprawl surge cuando múltiples sistemas de IA generativa, interconectados, actúan como “agentes” independientes con capacidad de autoejecución, aprendizaje continuo y toma de decisiones sin intervención humana inmediata. Esta capacidad, si bien prometedora desde una perspectiva técnica, rompe con los actuales marcos de control, supervisión y responsabilidad tradicionales del Derecho.
Implicaciones jurídicas del agent sprawl
Desde el punto de vista jurídico, la aparición de estos agentes plantea cuestiones fundamentales en varias ramas del Derecho:
1. Derecho de la responsabilidad civil y penal
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¿Quién responde si un agente autónomo provoca un daño material o inmaterial?
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¿Cabe atribuir responsabilidad directa al programador, al usuario, al proveedor de la plataforma, o al propio agente?
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¿Y si varios agentes interactúan y generan una “decisión colectiva” sin un sujeto humano claramente identificable?
Estas preguntas, aún sin respuesta clara, comienzan a perfilar un campo fértil para el debate sobre la responsabilidad objetiva por uso de IA y sobre nuevas formas de imputación jurídica algorítmica, que podrían inspirarse en figuras del Derecho comparado como las “personalidades electrónicas” propuestas en el Parlamento Europeo (Resolución de 2017 sobre normas de Derecho civil sobre robótica).
2. Protección de datos personales
La autonomía de estos agentes para recopilar, tratar y analizar datos en contextos no previamente autorizados puede suponer infracciones graves del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Las autoridades de control deberán evaluar si la ejecución autónoma sin trazabilidad humana directa vulnera los principios de limitación de finalidad, minimización y responsabilidad proactiva.
3. Gobernanza algorítmica y transparencia
El agent sprawl atenta contra uno de los pilares del enfoque europeo: la trazabilidad y auditabilidad de los sistemas. Si los agentes actúan en cadena o mediante lógica emergente, puede perderse la posibilidad de auditar los resultados o identificar la fuente de una decisión, lo que impacta tanto en la ética pública algorítmica como en los principios del Derecho administrativo sancionador y procesal (derecho a una resolución motivada, acceso al expediente, principio de legalidad).
4. Derecho contractual y comercio electrónico
Los agentes autónomos podrían contratar, operar cuentas digitales o actuar en nombre de terceros. El Derecho de contratos deberá adaptarse a escenarios donde la voluntad contractual se expresa a través de una IA autónoma, sin instrucciones humanas específicas por cada decisión.
Hacia una regulación proactiva: ¿puede el Derecho anticiparse?
La legislación europea sobre IA (Reglamento de Inteligencia Artificial, aprobado en 2024) ya prevé la clasificación de sistemas de IA de alto riesgo, pero el fenómeno del agent sprawl requiere una revisión dinámica del marco regulatorio, centrada en:
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Certificación ex ante de sistemas multiagente.
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Límites normativos a la autonomía operativa.
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Estándares obligatorios de trazabilidad, transparencia y reversibilidad.
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Obligación de supervisión humana efectiva (“human-in-the-loop”) incluso en entornos de IA generativa compleja.
La solución no puede ser exclusivamente tecnológica. Requiere una arquitectura jurídica adaptativa, con principios sólidos que garanticen la soberanía humana, el control democrático y la responsabilidad jurídica en entornos algorítmicos complejos.
En resumen, el agent sprawl no es solo un fenómeno técnico. Es un desafío ontológico al Derecho, que pone a prueba nuestros conceptos tradicionales de autoría, imputación, decisión y gobernanza. Como juristas, debemos estar preparados para abordar estos nuevos escenarios con un enfoque riguroso, multidisciplinar y humanista.
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