Tu rostro, tu derecho: identidad digital y consentimiento ante los deepfakes
Tu rostro, tu derecho: identidad digital y consentimiento ante los deepfakes
Profesor Titular de Filosofía del Derecho – Universidad Rey Juan Carlos
(Entrada basada en la noticia del 5 de agosto de 2025 publicada en AP News)
1. Un paso legislativo inédito: Dinamarca reconoce el derecho a la identidad digital
El Gobierno de Dinamarca ha presentado una propuesta legislativa pionera para reconocer a cada ciudadano el derecho jurídico pleno sobre su rostro, voz y cuerpo en entornos generados por inteligencia artificial. El proyecto permitiría reclamar legalmente frente a deepfakes creados sin consentimiento, incluso sin finalidad sexual o económica.
La imagen institucional danesa —una silueta pixelada con el lema “Your Face, Your Rights”— simboliza esta reforma, que inaugura un nuevo campo de tutela frente a abusos algorítmicos.
2. Filosofía jurídica: el consentimiento no es renunciable en entornos digitales
Desde la Filosofía del Derecho, esta medida reinstala la lógica del consentimiento informado como criterio rector de toda circulación digital de identidades. El rostro, la voz o el tono, cuando son imitados artificialmente, no son simples datos: son expresiones constitutivas de la personalidad. Usarlos sin permiso equivale jurídicamente a una suplantación simbólica.
3. Derecho comparado: situación actual en España
España no cuenta con una norma específica contra los deepfakes no consentidos, salvo en contextos limitados. El derecho a la propia imagen está protegido constitucionalmente (art. 18.1 CE) y regulado por la LOPDGDD, pero no contempla imitaciones sintéticas. El Código Penal solo interviene si hay ánimo lesivo, y la jurisprudencia aún no ha tratado casos relacionados con IA generativa.
Frente a ello, la propuesta danesa permite tipificar la recreación no autorizada como lesión autónoma, sin necesidad de daño patrimonial o intención dolosa.
4. La necesidad de reformular la protección de la imagen en la era de la IA
La IA obliga a repensar los derechos de la personalidad. Ya no basta con proteger el uso comercial de una fotografía: está en juego el derecho a no ser transformado en un ente artificial verosímil. España debería plantear un derecho autónomo a la no imitación digital sin consentimiento, consolidando así la dignidad personal frente a la clonación algorítmica.
5. Consideración final
Dinamarca no solo plantea una reforma legal, sino una apuesta por redefinir la autonomía personal. En una sociedad donde la IA puede replicarnos con fidelidad, el consentimiento debe ser un principio estructural del Derecho.
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