Del copyright a la deontología: tres lecciones jurídicas sobre la IA
Del copyright a la deontología: tres lecciones jurídicas sobre la IA
La inteligencia artificial no solo transforma la práctica jurídica, también obliga a replantear fundamentos clásicos como la autoría, la responsabilidad profesional o la igualdad ante la ley. Tres noticias recientes ilustran cómo el Derecho responde a desafíos diversos pero convergentes: los límites de la protección de las obras generadas por IA, la responsabilidad de los abogados que emplean sistemas generativos en procesos judiciales y la detección de sesgos en resoluciones judiciales.
1. Autoría y esfuerzo creativo en China
El Beijing Internet Court ha resuelto que una obra generada con inteligencia artificial puede recibir protección de derechos de autor si se acredita un esfuerzo creativo humano. No basta con pulsar un botón: se exige describir los prompts, las selecciones realizadas o las modificaciones aplicadas al resultado. Este criterio introduce un estándar probatorio que podría extenderse a otros ordenamientos y que plantea la necesidad de documentar los procesos creativos en entornos digitales.
2. Responsabilidad profesional en Estados Unidos
En Nevada, un juez ha sancionado a abogados que presentaron escritos con citas inventadas generadas por IA. Más allá de la multa, se les ha obligado a remitir cartas explicativas a facultades de Derecho y colegios profesionales. La lección es clara: la diligencia profesional exige revisar y verificar todo lo que la IA produce. La confianza en el sistema judicial depende de que el abogado no delegue ciegamente su labor en una máquina.
3. Sesgos de género en la justicia de familia australiana
Un estudio de la Universidad de Nueva Gales del Sur, basado en análisis automatizado de sentencias, revela sesgos de género en los juzgados de familia. La IA no solo diagnostica un problema, también nos recuerda que, si se entrena sin control, puede replicarlo. Surge así la exigencia de auditar, supervisar y diversificar los datos que nutren los sistemas aplicados al ámbito judicial.
Reflexión final
Estas tres lecciones –la necesidad de esfuerzo creativo, la responsabilidad profesional y la detección de sesgos– muestran que el Derecho y la IA no se encuentran en una lucha de sustitución, sino en un diálogo de adaptación. El reto jurídico es integrar la innovación sin perder los principios que sostienen la justicia.
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