La IA como producto: el AI LEAD Act y la nueva frontera de la responsabilidad
La IA como producto: el AI LEAD Act y la nueva frontera de la responsabilidad
18 de octubre
de 2025 — Autor: Santiago Carretero
Profesor Titular de la Universidad Rey Juan Carlos
En el Senado de los Estados Unidos se ha
presentado una iniciativa legislativa con potencial de redefinir la
responsabilidad civil por sistemas de inteligencia artificial. Se trata del AI
LEAD Act (“Aligning Incentives for Leadership, Excellence, and
Advancement in Development”), impulsado por los senadores Dick Durbin y
Josh Hawley, que propone permitir que los particulares puedan demandar
directamente a los desarrolladores y desplegadores de IA cuando sus productos
causen daño.
De la tecnología al producto jurídico
El “defecto” y la “advertencia” en sistemas no
deterministas
El núcleo del
debate jurídico radica en cómo definir el “defecto” en una IA que aprende y se
modifica autónomamente. A diferencia de un producto físico, el comportamiento
de un sistema inteligente puede ser imprevisible incluso para su creador.
Por ello, el AI LEAD Act introduce una cláusula de flexibilidad que permite
considerar defectuosa una IA cuando su funcionamiento o resultado sea
“razonablemente no seguro” dadas las circunstancias de diseño y supervisión. Igualmente
relevante es la noción de failure to warn, es decir, la falta de
advertencia suficiente al usuario.
En el contexto de la IA, esta obligación podría incluir informar sobre sesgos
algorítmicos, riesgos de error probabilístico o limitaciones del sistema.
La advertencia deja de ser formal y pasa a ser un componente estructural de la
relación jurídica entre desarrollador y usuario.
Implicaciones internacionales y europeas
La propuesta
estadounidense no surge en el vacío.
En Europa, la Directiva sobre responsabilidad por productos defectuosos (PLD
Reform 2024) y la AI Liability Directive siguen una dirección
paralela: reconocer que los sistemas de IA deben responder bajo un régimen de
responsabilidad objetiva o cuasi-objetiva.
Ambas iniciativas refuerzan el derecho del perjudicado a obtener reparación y
trasladan a los desarrolladores la carga de probar la diligencia en el diseño,
entrenamiento y supervisión del sistema.
Si el AI LEAD
Act prospera, podría marcar el inicio de una convergencia transatlántica
en materia de responsabilidad civil por IA, estableciendo un estándar
internacional de diligencia tecnológica y jurídica.
De la ética a la responsabilidad efectiva
El paso de la
autorregulación ética a la responsabilidad jurídica representa una madurez
necesaria del ecosistema tecnológico.
Hasta ahora, la narrativa sobre la IA se centraba en la ética y la gobernanza
blanda; hoy, el debate se traslada al terreno de la responsabilidad efectiva
y exigible.
La confianza social en la inteligencia artificial dependerá, en última
instancia, de la capacidad del Derecho para establecer incentivos correctos,
equilibrar innovación y seguridad, y ofrecer remedios ante el daño. La gran
pregunta para los próximos años será cómo armonizar este modelo con la realidad
de sistemas autónomos y autoaprendientes. La noción tradicional de “culpa” o
“defecto” tal vez deba reformularse en torno a conceptos como riesgo
algorítmico razonable o control funcional del operador.
Fuente: My Journal Courier (17 de octubre de 2025)
Entrada original publicada en Blog de la IA Actual — blogdelaiaactual.blogspot.com
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