Impacto del Código de Buenas Prácticas de la UE en los Derechos de Autor: rechazo del tercer borrador de la UE sobre el tema

     Santiago Carretero Sánchez

Profesor Titular de Filosofía del Derecho 

Abogado


El avance de la Inteligencia Artificial (IA) ha generado un intenso debate en torno a la protección de los derechos de autor en la Unión Europea. Recientemente, una coalición de autores, artistas e intérpretes ha manifestado su rechazo al tercer borrador del Código de Buenas Prácticas de la IA de Propósito General (GPAI), considerándolo una amenaza para sus derechos y para la legislación europea sobre propiedad intelectual. 

Este código, elaborado por la Comisión Europea, tiene como objetivo establecer directrices para el desarrollo y uso ético de la IA. Sin embargo, los creadores argumentan que el borrador actual debilita las obligaciones de los proveedores de IA y genera incertidumbre jurídica. Una de las principales críticas se centra en la reducción de los requerimientos de transparencia, permitiendo que las empresas solo necesiten realizar "esfuerzos razonables" para cumplir con la legislación de derechos de autor. 

Además, la coalición denuncia la falta de mecanismos claros para resolver conflictos y la ausencia de garantías efectivas para que los proveedores de IA respeten los derechos de los creadores. Se señala que el borrador permite a las empresas utilizar la ley de secretos comerciales para evitar revelar ... , lo que podría socavar los objetivos de la Ley de ... y afectar negativamente a las industrias culturales y creativas europeas. 

La controversia en torno a este código refleja la complejidad de equilibrar el avance tecnológico con la protección de los derechos de autor. Es esencial que las normativas futuras incorporen políticas que salvaguarden la propiedad intelectual y garanticen una remuneración justa para los creadores, evitando que la innovación tecnológica se desarrolle a expensas de los derechos fundamentales de los artistas y autores.

En este contexto, es imperativo que los legisladores y las partes interesadas colaboren estrechamente para desarrollar un marco regulador que armonice el progreso en IA con la protección de los derechos de propiedad intelectual, asegurando así un entorno justo y sostenible para todos los involucrados en el ámbito cultural y creativo. Como vemos, sigue el debate jurídico, sobre los conceptos indeterminados de la legislación y su fuerza vinculante en un futuro que es ya.

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